Benjamin Franklin fue un gran filósofo, físico y estadista norteamericano; el decimoquinto entre los diecisiete hijos que tuvo su padre, Josías Franklin, tintorero de tejidos de seda nacido en Inglaterra y que se trasladó al Nuevo Mundo a fines del reinado de Carlos II.
Veinticuatro años de residencia en Boston llevaba Josías cuando vino al mundo el futuro inventor del pararrayos. El tintorero de seda tuvo que abandonar su oficio, que le producía muy poco y estableció una fábrica de velas de cebo. A pesar de sus deseos de dedicar a Benjamín al estado eclesiástico, en atención a las aptitudes que mostraba para los estudios, tuvo que renunciar a sus propósitos y emplear a su hijo en las operaciones más comunes de la fábrica de velas.
Benjamín, desde la instrucción elemental mostró decidida vocación por los estudios y la lectura. A los 12 años de edad entró de aprendiz en casa de su propio hermano Jacobo, que había traído una imprenta de Inglaterra. La nueva profesión fue del agrado de Benjamín. Firmó un contrato de aprendizaje en virtud del cual debería servir gratis a su hermano durante ocho años a cambio de la alimentación y al compromiso de que, al año noveno, percibiría el jornal de un obrero.
Acrecentaba su afición por la lectura, privándose de comer carne para comprarse libros con la economía que resultaba de su frugalidad. Aprendió matemáticas sin maestro; leyó a los filósofos de todos los tiempos. A los 16 años era tan fervoroso admirador de Sócrates como de Pascal y Locke.
Ocultando su nombre envió algunos artículos que causaron gran sensación, habiendo desagradado al gobernador general de la colonia uno de ellos. Jacobo fue preso y se le prohibió la publicación de la hoja. Y Benjamín fue el editor nominal del periódico.
Al cabo de algunos meses su hermano quedó en libertad. Jacobo era violento y solía golpear a su hermano y éste, no pudiendo resistir por más tiempo tan malos tratos, se embarcó para Nueva York, sin dinero ni recomendaciones.
No halló trabajo, por lo que tuvo que trasladarse a Filadelfia. Benjamín Franklin andaba en los 17 años de edad, y se veía abandonado a sus propios recursos. Logró ser admitido en el establecimiento de Keimer, un mal impresor, y a fuerza de trabajo y habilidad pudo sacar partido de un material muy imperfecto.
A fines de 1724 se trasladó a Inglaterra para adquirir caracteres y una prensa; trabajó sucesivamente en los talleres de Palmer y Wall, los dos impresores más importantes de Londres, y como era sobrio y laborioso empezó a hacer algunos ahorros. Pasados 18 meses volvió a Filadelfia, gracias a su energía, a su talento y trabajo perseverante, la tipografía de Franklin fue una de las más importantes de América; imprimió el papel moneda de Pennsylvania y los documentos del gobierno de New Castle y, animado con los primeros triunfos, acometió empresas que le enriquecieron al poco tiempo.
Fundó un periódico en el que combatió con ardor los abusos de la administración británica; estableció fábricas de papel; enseñó a sus compatriotas el uso de las estufas económicas, el empedrado y barrido de las calles; en 1732 fundó un gabinete de lectura, en el que los políticos de Filadelfia se reunían habitualmente. Aquel mismo año empezó a publicar el sabio, bajo el nombre de Ricardo Saunders, los famosos Almanaques.
En 1 730 se había casado con miss Read y, sintiéndose feliz, quiso enseñar a los demás el arte de la felicidad. Comenzó, sin maestro, a la edad de 37 años, el estudio del francés, italiano, español y latín.
Cuando en 1 744 el gobierno inglés no tenía fuerzas para repeler las incursiones de los franceses en Canadá, Franklin reunió 10 mil voluntarios, y se le quiso nombrar general; pero el gran filósofo no aceptó el cargo porque estaba ya entregado por completo a las investigaciones sobre la electricidad y al descubrimiento del pararrayos.
En 1753 fue nombrado director general de Postas de todas las colonias inglesas; fue a la vez general e ingeniero y protegió eficazmente a la colonia contra los salvajes. El gobierno británico le recompensó desposeyéndolo del título de coronel que le había sido concedido. Las relaciones que ligaban a Inglaterra con América eran cada día más tirantes, hasta que, al fin, estalló la guerra de separación. Franklin, a quien sus compatriotas habían mandado a Londres para protestar contra los abusos de la administración de la metrópoli, volvió a su patria y, elegido diputado al Congreso, trabajó con Washington para organizar la defensa del país, y con aquél, Jefferson y John Adams, redactó el Manifiesto de la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776.
Como faltaban recursos para la guerra, se buscó el auxilio de Francia, y no sólo consiguió de aquella nación cuanto deseaba, sino que completó su obra diplomática ganando para su país el concurso de España y el de Holanda, y la neutralidad de Rusia, Dinamarca y Suecia. Finalmente, Inglaterra se vio obligada a firmar el 3 de septiembre de 1873 el tratado definitivo que aseguraba la independencia de Estados Unidos, y Franklin pudo añadir a sus gloriosos títulos también el del "Libertador de su patria". Al cabo de ocho años de residencia en Francia volvió a América.
Recibido triunfalmente en Filadelfia, fue elegido en seguida miembro del Consejo Supremo Ejecutivo y, dos años después, gobernador del estado de Pennsylvania, al que representó en 1787 en la célebre Convención, presidida por Washington, encargada de revisar la Constitución de Estados Unidos. Fue una pleuresía la que acabó con la vida de aquel hombre el 17 de abril de 1790.
Sus funerales fueron magníficos e imponentes. El Congreso ordenó que toda la nación guardara luto durante dos meses, y en Francia, la Asamblea Constituyente, a propuesta de Mirabeau, acordó llevar tres días de luto en nombre de Benjamín Franklin.
Una Biografia Corta
Vida y Biografía corta de famosos y celebridades de la raza humana...
jueves, 6 de agosto de 2015
viernes, 24 de julio de 2015
Quien Fue Adolf Hitler
Adolf Hitler fue un político alemán. Nació en Braunan el 20 de abril de 1889. Hijo de un modesto empleado de aduanas, entró en conflicto con su padre, ya que no le permitía sus aspiraciones artísticas y pretendía que fuera un funcionario estatal. Al morir sus padres, Hitler se trasladó a Viena para poder dedicarse a la pintura. Sin embargo, no fue admitido en la escuela de Bellas Artes y tuvo que ganarse la vida como jornalero y trabajando también de forma eventual como dibujante.
Pasó cinco años en Viena, los cuales, él mismo confesó que fueron los más tristes de su vida. Ya manifestaba su resentimiento e insatisfacción del provinciano ante la sociedad moderna y la gran ciudad industrial. En Viena, ciudad en que Hitler odió la socialdemocracia, se hizo un antisemita enfermizo. Los dos representantes más destacados del antisemitismo austríaco fueron sus ídolos: el pangermanista Georg Schonerer y el burgomaestre de Viena, Karl Luger. En 1912 se trasladó a Munich. Pensaba que el judaísmo era, en realidad, un Estado dentro del Estado, una potencia influyente y amenazadora. Consideraba también que el marxismo era el resultado directo del mismo judaísmo, y que habría que eliminarlo.
Participó en la Primera Guerra Mundial como voluntario, resultando herido en dos ocasiones confirmándole más su idea de que había que liquidar a los enemigos. Más tarde Hitler se adhirió al partido de Harrer y Drexler, movimiento de poca importancia y desprestigiado, pero él se convertiría en el propagandista más hábil, dedicándose a la agitación de masas con gran vehemencia y entusiasmo. Su fórmula era: antisemitismo y antiparlamentarismo. Entre 1921 y 1922 el partido inicia su transformación en movimiento paramilitar y toma ya la denominación Obrero Nacional-Socialista Alemán (NSDAP). Hitler siguió el mismo camino que había llevado a Mussolini al poder. Adoptó, los emblemas y gestos del fascismo italiano: camisa parda, saludo romano y como distintivo, la cruz gamada, surgida de la mitología racista nórdica.
Estableció también una férrea disciplina militar y organizó un cuerpo de protección del partido: las Secciones de Asalto. De acuerdo con el mariscal Ludendorff, Hitler preparó para el mes de noviembre de 1923 un golpe de Estado en Munich, al estilo fascista. La manifestación fue disuelta y Hitler fue condenado a cinco años de prisión, de los cuales sólo cumplió nueve meses. El partido fue prohibido.
En la cárcel redactó la primera parte de su Mein Kampf (Mi lucha), obra que codificó el patrimonio político e ideológico del NSDAP. En 1925 llegaría la paz a nivel internacional; además, se produjo una recuperación interna y económica, gracias a la ayuda de Estados Unidos e Inglaterra. En ese mismo año ganó las elecciones presidenciales el mariscal Hindenburg y las del Reichstag de 1928, dieron mayoría a los partidos de coalición de Weimar. La democracia parecía consolidada, incluso ese mismo año se levantó la suspensión que pesaba sobre el partido nazi. Pero, al sobrevenir la crisis de 1929, se destruyeron todas las expectativas.
En poco tiempo la miseria y el hambre llegaron a muchos sectores de la población. Los partidos más extremistas recobraron fuerzas. En 1927, los seguidores de Hitler eran sólo unos 72,000 afiliados, pero en pocos años y estimulados por la propaganda de Hitler, Goering y Goebbels fueron creciendo de forma alarmante.
La ideología del partido era confusa: odio al catolicismo, al judaísmo y a la masonería, junto a un patriotismo espectacular, pero encajó en aquel momento de depresión colectiva. Hitler, que nunca había ocultado sus propósitos, divulgó en infinidad de discursos que pronunció por toda la geografía germana los objetivos del movimiento nacionalsocialista, apelando a la ignorancia de las masas. Las posiciones políticas se fueron radicalizando y el mariscal Hindenburg tuvo que gobernar por decreto.
La crisis económica no se superaba, los sacrificios eran necesarios y los alemanes fanatizados, se afiliaron a los nazis o a los comunistas. En las elecciones de septiembre de 1930, los nazis obtuvieron 6.500.000 votos. El conservadurismo alemán claudicó ante Hitler y se ofrecieron enormes subvenciones. Hindenburg intentó asimilar el nazismo a la obra gubernamental, pero tras algunos avatares, éste acabaría confiando, en 1933, la cancillería a Hitler. Con ello se instauraba la dictadura hitleriana. En pocos días se adueñó de la Administración y la Policía, detuvo en masa a los jefes socialdemócratas y comunistas, estableció los primeros campos de concentración y organizó el incendio del Reichstag, con el que justificó, achacándoselo a los comunistas, la suspensión de las garantías constitucionales y la ocupación por los nazis de los gobiernos desafectos.
Hitler, con todo el poder en sus manos implantó una dictadura. Disolvió los partidos, y el 14 de julio estableció el partido único. La actuación de la Gestapo, policía de seguridad del Estado, empezaba a dar sus primeros frutos. El régimen inició sus depuraciones y en la llamada "noche de los cuchillos largos", ocurrida el 30 de julio de 1934 fueron asesinados el ex canciller Schleicher y otro funcionario. Desde entonces un cuerpo de hombres escogido, las S.S., dominaron la situación. A la muerte de Hindenburg, Hitler se hizo proclamar presidente. Las masas vieron en él al constructor de la gran Alemania que les ayudaría a superar la crisis.
Adolfo Hitler se lanzó a importantes inversiones oficiales, como el plan de autopistas. Alemania llegó a ser una gran potencia. Por otro lado, llevó a cabo una gran política expansionista; Polonia fue su inicio. Preparó luego una gran ofensiva contra Occidente; la derrota de Francia fue su primer gran triunfo político y militar. En la URSS sin embargo, los ejércitos alemanes sufrieron su primer gran fracaso, que fue el preludio de la derrota final de Alemania.
Tras la Conferencia de Yalta y la formación de la coalición antinazi, muchos dirigentes vieron con buenos ojos la rendición de Alemania. Hitler ya había manifestado que no sobreviviría a la derrota del III Reich. Así fue, y el día 30 de abril de 1945 se suicidó junto con su esposa Eva en Berlín.
Pasó cinco años en Viena, los cuales, él mismo confesó que fueron los más tristes de su vida. Ya manifestaba su resentimiento e insatisfacción del provinciano ante la sociedad moderna y la gran ciudad industrial. En Viena, ciudad en que Hitler odió la socialdemocracia, se hizo un antisemita enfermizo. Los dos representantes más destacados del antisemitismo austríaco fueron sus ídolos: el pangermanista Georg Schonerer y el burgomaestre de Viena, Karl Luger. En 1912 se trasladó a Munich. Pensaba que el judaísmo era, en realidad, un Estado dentro del Estado, una potencia influyente y amenazadora. Consideraba también que el marxismo era el resultado directo del mismo judaísmo, y que habría que eliminarlo.
Participó en la Primera Guerra Mundial como voluntario, resultando herido en dos ocasiones confirmándole más su idea de que había que liquidar a los enemigos. Más tarde Hitler se adhirió al partido de Harrer y Drexler, movimiento de poca importancia y desprestigiado, pero él se convertiría en el propagandista más hábil, dedicándose a la agitación de masas con gran vehemencia y entusiasmo. Su fórmula era: antisemitismo y antiparlamentarismo. Entre 1921 y 1922 el partido inicia su transformación en movimiento paramilitar y toma ya la denominación Obrero Nacional-Socialista Alemán (NSDAP). Hitler siguió el mismo camino que había llevado a Mussolini al poder. Adoptó, los emblemas y gestos del fascismo italiano: camisa parda, saludo romano y como distintivo, la cruz gamada, surgida de la mitología racista nórdica.
Estableció también una férrea disciplina militar y organizó un cuerpo de protección del partido: las Secciones de Asalto. De acuerdo con el mariscal Ludendorff, Hitler preparó para el mes de noviembre de 1923 un golpe de Estado en Munich, al estilo fascista. La manifestación fue disuelta y Hitler fue condenado a cinco años de prisión, de los cuales sólo cumplió nueve meses. El partido fue prohibido.
En la cárcel redactó la primera parte de su Mein Kampf (Mi lucha), obra que codificó el patrimonio político e ideológico del NSDAP. En 1925 llegaría la paz a nivel internacional; además, se produjo una recuperación interna y económica, gracias a la ayuda de Estados Unidos e Inglaterra. En ese mismo año ganó las elecciones presidenciales el mariscal Hindenburg y las del Reichstag de 1928, dieron mayoría a los partidos de coalición de Weimar. La democracia parecía consolidada, incluso ese mismo año se levantó la suspensión que pesaba sobre el partido nazi. Pero, al sobrevenir la crisis de 1929, se destruyeron todas las expectativas.
En poco tiempo la miseria y el hambre llegaron a muchos sectores de la población. Los partidos más extremistas recobraron fuerzas. En 1927, los seguidores de Hitler eran sólo unos 72,000 afiliados, pero en pocos años y estimulados por la propaganda de Hitler, Goering y Goebbels fueron creciendo de forma alarmante.
La ideología del partido era confusa: odio al catolicismo, al judaísmo y a la masonería, junto a un patriotismo espectacular, pero encajó en aquel momento de depresión colectiva. Hitler, que nunca había ocultado sus propósitos, divulgó en infinidad de discursos que pronunció por toda la geografía germana los objetivos del movimiento nacionalsocialista, apelando a la ignorancia de las masas. Las posiciones políticas se fueron radicalizando y el mariscal Hindenburg tuvo que gobernar por decreto.
La crisis económica no se superaba, los sacrificios eran necesarios y los alemanes fanatizados, se afiliaron a los nazis o a los comunistas. En las elecciones de septiembre de 1930, los nazis obtuvieron 6.500.000 votos. El conservadurismo alemán claudicó ante Hitler y se ofrecieron enormes subvenciones. Hindenburg intentó asimilar el nazismo a la obra gubernamental, pero tras algunos avatares, éste acabaría confiando, en 1933, la cancillería a Hitler. Con ello se instauraba la dictadura hitleriana. En pocos días se adueñó de la Administración y la Policía, detuvo en masa a los jefes socialdemócratas y comunistas, estableció los primeros campos de concentración y organizó el incendio del Reichstag, con el que justificó, achacándoselo a los comunistas, la suspensión de las garantías constitucionales y la ocupación por los nazis de los gobiernos desafectos.
Hitler, con todo el poder en sus manos implantó una dictadura. Disolvió los partidos, y el 14 de julio estableció el partido único. La actuación de la Gestapo, policía de seguridad del Estado, empezaba a dar sus primeros frutos. El régimen inició sus depuraciones y en la llamada "noche de los cuchillos largos", ocurrida el 30 de julio de 1934 fueron asesinados el ex canciller Schleicher y otro funcionario. Desde entonces un cuerpo de hombres escogido, las S.S., dominaron la situación. A la muerte de Hindenburg, Hitler se hizo proclamar presidente. Las masas vieron en él al constructor de la gran Alemania que les ayudaría a superar la crisis.
Adolfo Hitler se lanzó a importantes inversiones oficiales, como el plan de autopistas. Alemania llegó a ser una gran potencia. Por otro lado, llevó a cabo una gran política expansionista; Polonia fue su inicio. Preparó luego una gran ofensiva contra Occidente; la derrota de Francia fue su primer gran triunfo político y militar. En la URSS sin embargo, los ejércitos alemanes sufrieron su primer gran fracaso, que fue el preludio de la derrota final de Alemania.
Tras la Conferencia de Yalta y la formación de la coalición antinazi, muchos dirigentes vieron con buenos ojos la rendición de Alemania. Hitler ya había manifestado que no sobreviviría a la derrota del III Reich. Así fue, y el día 30 de abril de 1945 se suicidó junto con su esposa Eva en Berlín.
jueves, 16 de julio de 2015
Biografia de Ludwig Van Beethoven
Compositor alemán que nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770 en el seno de una familia de tradiciones artísticas. Fue hijo de un tenor, bohemio y bebedor, que a muy temprana edad descubre las extraordinarias cualidades de su hijo para la música. Su infancia transcurrió triste y enfermiza dedicada al estudio de la música.
A los ocho años da su primer concierto en Colonia y hace un pequeño viaje por Holanda. Su formación corrió a cargo de algunos amigos de su padre. Sin embargo, gracias a Christian Nelfe, organista de la corte, su verdadero maestro, conoce las obras de Bach y de Hándel. A los 12 años ya era un gran intérprete, tanto en el piano como en el órgano, tocando la viola en la orquesta del archiduque.
Ayudado por su profesor y algunos aristocráticos personajes, pudo viajar a Viena en 1 787, donde se dice tocó para Mozart, genio indiscutible del momento. Pero Ludwig regresó a Bonn, ya que su madre había muerto y su padre sólo vivía para el alcohol. Tuvo que ocupar el puesto de su padre dentro de su familia, trabajando durante cinco años, dedicando sus ratos libres al estudio y a la composición.
Tras la muerte de su padre, se instaló definitivamente en Viena (1792), donde encuentra a sus verdaderos y grandes maestros: Haydn, Salieri y Albrechtsberger. Allí se centra en la composición, aunque a veces actúa como concertista. En 1796 comienza a sentir los primeros trastornos de sordera, que será completa a partir de 1819. Al poco tiempo se enamoró de Julieta Guicciardi, quien no fue más que su amor contrariado. Nunca se casó, pero siempre tuvo en su corazón a Bettina Brentano, poetisa de 20 años a la que Ludwig conoce en 1810.
Beethoven vive una situación estable, desde el punto de vista económico, y la crítica lo consideraba un genio llamado a ser el sucesor de Mozart. Su producción artística no se interrumpe. Comienza la composición de las sinfonías y concluye sus cánticos espirituales. Dedicó la Tercera Sinfonía a Napoleón, guerrero victorioso y tenaz, dedicatoria que destruye cuando se entera de su coronación como emperador. En 1808 compone su magistral Quinta Sinfonía, y en 1823, la Novena, que se estrena al siguiente año. En los últimos tiempos, agudizada su enfermedad intestinal y completamente sordo, recibe la ayuda de la Sociedad Filarmónica de Londres.
La producción beethoveniana se divide en tres etapas: La primera, vivida bajo la influencia más de Haydn que de Mozart, aunque no le falta su personal sello, que está representado en obras como la Sonata patética, algunos de los tiempos lentos de los primeros cuartetos y Adelaida. La segunda está llena de las más bellas muestras de madurez artística, desde la Tercera Sinfonía hasta la Novena, el Trío en Sí Mayor, la Sonata Kreutzer, los cuartetos, Fidelio; su intento de crear una ópera auténticamente alemana, y La batalla de Vitoria, una obra de circunstancias que, sin embargo, fue un éxito clamoroso cuando se interpretó durante el Congreso de Viena. Y la tercera época, está representada por su Misa Solemne, las Bagatelas, para piano, y su Novena Sinfonía, cima de la música universal.
Dentro de sus obras para orquesta destacan: nueve sinfonías, siete oberturas, cinco conciertos para piano y orquesta, uno para violín y orquesta, uno para piano, violín, violonchelo y orquesta, música de ballet, etc. Este gran compositor murió en Viena el 26 marzo de 1827.
A los ocho años da su primer concierto en Colonia y hace un pequeño viaje por Holanda. Su formación corrió a cargo de algunos amigos de su padre. Sin embargo, gracias a Christian Nelfe, organista de la corte, su verdadero maestro, conoce las obras de Bach y de Hándel. A los 12 años ya era un gran intérprete, tanto en el piano como en el órgano, tocando la viola en la orquesta del archiduque.
Ayudado por su profesor y algunos aristocráticos personajes, pudo viajar a Viena en 1 787, donde se dice tocó para Mozart, genio indiscutible del momento. Pero Ludwig regresó a Bonn, ya que su madre había muerto y su padre sólo vivía para el alcohol. Tuvo que ocupar el puesto de su padre dentro de su familia, trabajando durante cinco años, dedicando sus ratos libres al estudio y a la composición.
Tras la muerte de su padre, se instaló definitivamente en Viena (1792), donde encuentra a sus verdaderos y grandes maestros: Haydn, Salieri y Albrechtsberger. Allí se centra en la composición, aunque a veces actúa como concertista. En 1796 comienza a sentir los primeros trastornos de sordera, que será completa a partir de 1819. Al poco tiempo se enamoró de Julieta Guicciardi, quien no fue más que su amor contrariado. Nunca se casó, pero siempre tuvo en su corazón a Bettina Brentano, poetisa de 20 años a la que Ludwig conoce en 1810.
Beethoven vive una situación estable, desde el punto de vista económico, y la crítica lo consideraba un genio llamado a ser el sucesor de Mozart. Su producción artística no se interrumpe. Comienza la composición de las sinfonías y concluye sus cánticos espirituales. Dedicó la Tercera Sinfonía a Napoleón, guerrero victorioso y tenaz, dedicatoria que destruye cuando se entera de su coronación como emperador. En 1808 compone su magistral Quinta Sinfonía, y en 1823, la Novena, que se estrena al siguiente año. En los últimos tiempos, agudizada su enfermedad intestinal y completamente sordo, recibe la ayuda de la Sociedad Filarmónica de Londres.
La producción beethoveniana se divide en tres etapas: La primera, vivida bajo la influencia más de Haydn que de Mozart, aunque no le falta su personal sello, que está representado en obras como la Sonata patética, algunos de los tiempos lentos de los primeros cuartetos y Adelaida. La segunda está llena de las más bellas muestras de madurez artística, desde la Tercera Sinfonía hasta la Novena, el Trío en Sí Mayor, la Sonata Kreutzer, los cuartetos, Fidelio; su intento de crear una ópera auténticamente alemana, y La batalla de Vitoria, una obra de circunstancias que, sin embargo, fue un éxito clamoroso cuando se interpretó durante el Congreso de Viena. Y la tercera época, está representada por su Misa Solemne, las Bagatelas, para piano, y su Novena Sinfonía, cima de la música universal.
Dentro de sus obras para orquesta destacan: nueve sinfonías, siete oberturas, cinco conciertos para piano y orquesta, uno para violín y orquesta, uno para piano, violín, violonchelo y orquesta, música de ballet, etc. Este gran compositor murió en Viena el 26 marzo de 1827.
miércoles, 15 de julio de 2015
Biografia de Mao Tse Tung
Político chino. Hijo de familia campesina que llegó a pertenecer a la clase media. Nació en Shaoshan el 26 de diciembre de 1893. Abandonó la escuela primaria para trabajar en las faenas del campo y a los 16 años de edad comenzó a asistir a la escuela primaria de Sianghiang, sin el consentimiento de su padre.
En 1911 ingresó en la Normal de Clhangsha. Allí le sorprendió la revolución y el derrocamiento de la monarquía por el ejército de Sun Yat Sen, en el que se alistó como voluntario. Acabada la revuelta, volvió a la escuela e inició entonces una intensa carrera de compilación de conocimientos de todo orden: pasó por la Escuela de Policía, por la de Peritaje Mercantil, por la Facultad de Derecho y, finalmente, decidió continuar estudios por su cuenta; leyó a Spencer, Rousseau, Darwin. Fue profesor de historia en una escuela primaria durante algún tiempo. Comportó por entonces una formación en la que nacionalismo, liberalismo, antimilitarismo, antiimperialismo y cierto anarquismo también, se conjugan y relacionan.
En 1918 comenzó a trabajar como bibliotecario en la Universidad de Pekín. Allí leyó a Marx, a Engels y a Kautsky, volviéndose marxista. Intervino en la protesta de la juventud antiimperialista y en la fundación del Partido Comunista Chino (PCCH) en 1921siendo nombrado secretario de la provincia de Hunan, en donde intentó la formación de sindicatos obreros. Tomó contacto directo con el campesinado y volcó su atención en él, considerándolo el principal factor revolucionario.
En 1927, las tropas de Chiang Kai-Shek original a ron una revuelta anticomunista, basada sobre todo en la durísima represión de los focos urbanos. Mao trabajó en la formación de un ejército popular con base campesina, que fracasó desastrosamente en el "Levantamiento de la cosecha en otoño". Y fue expulsado del partido. Emprendió entonces la formación de nuevas bases revolucionarias en Hunan-Kiangsi, logrando en esa región la estructura de un Estado comunista: procedió al reparto de tierras, la construcción de sólidos sindicatos campesinos y distribuyó armamento.
En 1934, las tropas nacionalistas emprendieron una campaña ofensiva de persecución y exterminio total de los rojos. Los dirigentes del partido, junto con un ejército de 100,000 hombres, tuvieron que iniciar la "Larga Marcha" hacia el Noroeste, de la que sobrevivirían sólo 15,000. En 1953, Mao es elegido jefe del partido. Escribió Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China y Estrategia y táctica en la guerra popular, y comenzó el trabajo de estructuración de la guerra de guerrillas.
La irrupción japonesa en China provocó un giro radical en la actitud del PCCH, que vio un buen medio de expansión y consolidación de su movimiento en la lucha frente al invasor. E inició entonces la política del "Frente Unido"; comunistas y nacionalistas se aliaron en la lucha contra Japón. Poco después de la capitulación de éste, resurgió la guerra civil; Mao no cedió a las presiones de la URSS ni de Estados Unidos para que formara un gobierno de coalición y fusionar los ejércitos rojo y nacionalista.
Desde la primavera de 1948 el Ejército Popular lanzó una ofensiva que concluyó en marzo de 1949 con la conquista de Pekín; el primero de octubre de ese mismo año era proclamado el nacimiento de la República Popular China. Inmediatamente se procedió a la reforma agraria y a la estructuración económica. En cuanto a política internacional, se firmó un tratado de alianza con Stalin y en 1950 China intervino en la contienda de Corea. A la muerte de Stalin, Mao se mostró en contra de la nueva política soviética ante la aparición de tres nuevas ideas directrices durante el gobierno de Krustchev: coexistencia pacífica con Estados Unidos, tránsito pacífico al socialismo y programa de desestalinización.
China continuó su proceso de recuperación económica, lenta y trabajosamente, sin ayuda exterior y separándose cada vez más del modelo soviético. Acerca de las relaciones con el Kremlin, se dan discrepancias dentro del PCCH. Por estos motivos, y para preservar la revolución, se inició la Revolución Cultural Proletaria en 1962, con la campaña de "educación socialista". El ejército reconoció primacía a la política y se inició un movimiento de ataque profundo hacia las posturas revisionistas o en favor del Kremlin y las actitudes burguesas. Se trabajó por la pureza ideológica y por la desaparición del egoísmo a todos los niveles. Se luchó contra el burocratismo y por la mejora económica sin la necesidad de incentivos materiales. El reflejo más claro de la Revolución Cultural es la compilación y clasificación de las enseñanzas maoístas en el Libro Rojo.
Lin-Piao, que en un principio potenció junto con Mao la Revolución Cultural, parece ser que se guiaba por motivos de protagonismo y, apoyado por algunos sectores del partido, inició la preparación de un golpe de Estado. Con su muerte concluyeron muchas divergencias en el seno del gobierno y del PCCH. Se proclamó entonces a la URSS como enemigo; se iniciaron negociaciones con Estados Unidos y China se integra a la ONU.
Con la muerte de Chu En-Lai, primer ministro sucesor de Lin-Piao, en enero de 1976, y con la muerte de "El Gran Timonel" Mao Tse-Tung el 8 de septiembre del mismo año, se ponen de relieve otra vez las divergencias y la lucha por el poder entre la facción izquierdista y la moderada, manteniéndose en un equilibrio que tiende más hacia el triunfo de esta última.
En 1911 ingresó en la Normal de Clhangsha. Allí le sorprendió la revolución y el derrocamiento de la monarquía por el ejército de Sun Yat Sen, en el que se alistó como voluntario. Acabada la revuelta, volvió a la escuela e inició entonces una intensa carrera de compilación de conocimientos de todo orden: pasó por la Escuela de Policía, por la de Peritaje Mercantil, por la Facultad de Derecho y, finalmente, decidió continuar estudios por su cuenta; leyó a Spencer, Rousseau, Darwin. Fue profesor de historia en una escuela primaria durante algún tiempo. Comportó por entonces una formación en la que nacionalismo, liberalismo, antimilitarismo, antiimperialismo y cierto anarquismo también, se conjugan y relacionan.
En 1918 comenzó a trabajar como bibliotecario en la Universidad de Pekín. Allí leyó a Marx, a Engels y a Kautsky, volviéndose marxista. Intervino en la protesta de la juventud antiimperialista y en la fundación del Partido Comunista Chino (PCCH) en 1921siendo nombrado secretario de la provincia de Hunan, en donde intentó la formación de sindicatos obreros. Tomó contacto directo con el campesinado y volcó su atención en él, considerándolo el principal factor revolucionario.
En 1927, las tropas de Chiang Kai-Shek original a ron una revuelta anticomunista, basada sobre todo en la durísima represión de los focos urbanos. Mao trabajó en la formación de un ejército popular con base campesina, que fracasó desastrosamente en el "Levantamiento de la cosecha en otoño". Y fue expulsado del partido. Emprendió entonces la formación de nuevas bases revolucionarias en Hunan-Kiangsi, logrando en esa región la estructura de un Estado comunista: procedió al reparto de tierras, la construcción de sólidos sindicatos campesinos y distribuyó armamento.
En 1934, las tropas nacionalistas emprendieron una campaña ofensiva de persecución y exterminio total de los rojos. Los dirigentes del partido, junto con un ejército de 100,000 hombres, tuvieron que iniciar la "Larga Marcha" hacia el Noroeste, de la que sobrevivirían sólo 15,000. En 1953, Mao es elegido jefe del partido. Escribió Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China y Estrategia y táctica en la guerra popular, y comenzó el trabajo de estructuración de la guerra de guerrillas.
La irrupción japonesa en China provocó un giro radical en la actitud del PCCH, que vio un buen medio de expansión y consolidación de su movimiento en la lucha frente al invasor. E inició entonces la política del "Frente Unido"; comunistas y nacionalistas se aliaron en la lucha contra Japón. Poco después de la capitulación de éste, resurgió la guerra civil; Mao no cedió a las presiones de la URSS ni de Estados Unidos para que formara un gobierno de coalición y fusionar los ejércitos rojo y nacionalista.
Desde la primavera de 1948 el Ejército Popular lanzó una ofensiva que concluyó en marzo de 1949 con la conquista de Pekín; el primero de octubre de ese mismo año era proclamado el nacimiento de la República Popular China. Inmediatamente se procedió a la reforma agraria y a la estructuración económica. En cuanto a política internacional, se firmó un tratado de alianza con Stalin y en 1950 China intervino en la contienda de Corea. A la muerte de Stalin, Mao se mostró en contra de la nueva política soviética ante la aparición de tres nuevas ideas directrices durante el gobierno de Krustchev: coexistencia pacífica con Estados Unidos, tránsito pacífico al socialismo y programa de desestalinización.
China continuó su proceso de recuperación económica, lenta y trabajosamente, sin ayuda exterior y separándose cada vez más del modelo soviético. Acerca de las relaciones con el Kremlin, se dan discrepancias dentro del PCCH. Por estos motivos, y para preservar la revolución, se inició la Revolución Cultural Proletaria en 1962, con la campaña de "educación socialista". El ejército reconoció primacía a la política y se inició un movimiento de ataque profundo hacia las posturas revisionistas o en favor del Kremlin y las actitudes burguesas. Se trabajó por la pureza ideológica y por la desaparición del egoísmo a todos los niveles. Se luchó contra el burocratismo y por la mejora económica sin la necesidad de incentivos materiales. El reflejo más claro de la Revolución Cultural es la compilación y clasificación de las enseñanzas maoístas en el Libro Rojo.
Lin-Piao, que en un principio potenció junto con Mao la Revolución Cultural, parece ser que se guiaba por motivos de protagonismo y, apoyado por algunos sectores del partido, inició la preparación de un golpe de Estado. Con su muerte concluyeron muchas divergencias en el seno del gobierno y del PCCH. Se proclamó entonces a la URSS como enemigo; se iniciaron negociaciones con Estados Unidos y China se integra a la ONU.
Con la muerte de Chu En-Lai, primer ministro sucesor de Lin-Piao, en enero de 1976, y con la muerte de "El Gran Timonel" Mao Tse-Tung el 8 de septiembre del mismo año, se ponen de relieve otra vez las divergencias y la lucha por el poder entre la facción izquierdista y la moderada, manteniéndose en un equilibrio que tiende más hacia el triunfo de esta última.
martes, 14 de julio de 2015
Biografía Corta de Simón Bolivar
(Caracas, 1783 – San Pedro Alejandrino, 1830). Militar
venezolano y héroe de la independencia latinoamericana.
Consagró su vida a la causa de la independencia de las
naciones latinoamericanas, que sirvió con tenacidad ejemplar venciendo toda
clase de dificultades.
Nacido en el seno de una rica familia de origen vasco, en
1797 ingresó en el ejército. Dos años más tarde se trasladó a Madrid para realizar
sus estudios, al tiempo que viajaba por toda Europa. Impresionado
favorablemente por el Imperio napoleónico, y tras afiliarse en Roma a la masonería,
regresó a su tierra lleno de nuevas ideas e inquietudes. Durante tres años
(1807-1810) se dedicó al estudio y a participar activamente en las tertulias
independentistas.
En 1810 viajó a Londres para presentar su proyecto emancipador.
Ese mismo año, junto con el general Miranda, fundó la Sociedad Patriótica, que
en 1811 presionó al Congreso de Venezuela para que proclamase la independencia de
aquellas tierras. Incorporado al ejército insurgente con el grado de
comandante, en 1812 se negó a aceptar la capitulación de Miranda e intentó
proseguir la lucha con otros jóvenes oficiales. Refugiado en Cartagena de Indias,
escribió Memoria dirigida a los ciudadanos de Nueva Granada por un caraqueño, donde
expresó todo su ideario político.
En 1813, contando con poderosos apoyos, inició su campaña
militar por la independencia. En la llamada "campaña admirable", logró tomar
Caracas y proclamar la república de Venezuela. Ello le valió el título de El
Libertador. Sin embargo, las disputas internas de su ejército le obligaron a abandonar
el mando y a refugiarse en Jamaica (1815). Redactó allí la Carta de Jamaica, donde
exponía la necesidad de un gobierno fuerte y centralizado. Tras recibir ayuda
de los ingleses, volvió al continente al mando de un poderoso ejército (1816),
tomó Carúpano, decretó la libertad para los esclavos y estableció su cuartel en
Angostura, hoy Ciudad Bolívar. Tras vencer al ejército de Morillo en 1818 en Calabozo,
presentó en Angostura su proyecto de Constitución.
En 1819 pasó los Andes y liberó Nueva Granada con su victoria
en Boyacá. Impulsó entonces la fundación de la república de la Gran Colombia, y
con la victoria alcanzada en Carabobo (1821) liberó definitivamente Venezuela. En
1822, tras una entrevista con el general San Martín, se encargó de la
liberación de Perú. La derrota de los realistas en Junín y en Ayacucho (1824)
puso fin a la base militar de la independencia. En 1825, las provincias del
Alto Perú tomaron el nombre de República Bolívar (hoy Bolivia).
En los años posteriores, Bolívar vio derrotadas sus tesis de
unidad latinoamericana por las disputas entre los diversos políticos. Murió cuando
preparaba un nuevo viaje a Europa.
Biografia de Amadeus Mozart
Famoso compositor alemán. Nació en Salzburgo el 27 de enero de 1756. Tuvo por único profesor a su padre, segundo maestro de capilla en el palacio del príncipe arzobispo de Salzburgo. A los tres años de edad reproducía Mozart al piano los ejercicios que le enseñaban a su hermana; a los cuatro repetía de memoria las escalas y pasajes cantados en los conciertos dados por su misma hermana, y a los seis años compuso un concierto que su padre calificó de excelente.
Manifestó gran afición al estudio de las ciencias exactas, pero en seguida volvió a cultivar la música. Resolvió el padre viajar con ellos para que perfeccionaran su educación musical, poniéndolos en contacto con los grandes maestros del arte, para lo cual, los llevó primero a Munich y después a Viena.
Volvieron a Salzburgo, donde pasaron un año entregados al estudio, y realizaron después una excursión a las principales ciudades alemanas, a Holanda, Bélgica y Francia, dando conciertos en los que era muy aplaudido. En París publicó el portentoso niño, que sólo contaba con siete años, algunas de sus sonatas.
En Londres, adonde fueron dos años después, obtuvieron los músicos viajeros triunfos no menos señalados, encontrándose en La Haya, una fiebre maligna que puso en peligro la vida de Wolfgang y de Mariana (su hermana); pero, por fortuna para el arte, sanaron pronto y por París, Lion, Suiza y Munich volvieron a Salzburgo, donde bajo la dirección de su padre procuraron con ardor aprovecharse de los beneficios de sus viajes.
Después de otra visita a Viena, de donde salió apresuradamente la familia Mozart por haberse declarado la viruela en aquella capital, llegó a Olmutz (Moravia) con su padre y su hermana, y allí tuvieron que permanecer porque Mariana fue víctima de la citada enfermedad.
De regreso a Viena, el músico prodigioso que sólo contaba con 12 años de edad, cediendo a las instancias del emperador José II compuso la partitura de una ópera titulada La cinta simplise. Desencadenadas contra él las envidias de los artistas, éstos formaron una conjura para aplazar el estreno de la obra hasta que los recursos de la familia Mozart estuvieran agotados. El muchacho entonces se desquitó componiendo una misa solemne que escuchó la corte y produjo indescriptible entusiasmo entre ella.
Volvió luego a Salzburgo para dedicarse al estudio de la lengua italiana, y más tarde recorrió triunfalmente Verona, Mantua, Milán, Florencia, Roma y Ñapóles, haciendo en todas partes verdaderos portentos de composición.
En 1771 se representaba en Milán la ópera Mitrídates, que fue extraordinariamente aplaudida. Mozart permaneció en Italia cuatro años; durante ese tiempo compuso además la cantata dramática Ascanio in Alba y las óperas serias La Fiata Gardiniera e II Re Pastore.
Regresó luego a su pueblo natal. A los 19 años de edad ya había compuesto una ópera alemana, tres italianas, dos misas solemnes, un oratorio, dos ofertorios, un estabat, una pasión, dos cantatas con orquesta, veinticuatro sonatas para piano, trece sinfonías, tríos, cuartetos, marchas, fugas, solos de violín, violoncelo, flauta y conciertos para diversos instrumentos.
Tres años vivió en Salzburgo esperando que se le concediera la plaza de maestro de capilla del príncipe y, desengañado al fin, se trasladó a Munich; de allí pasó a París, mas así vivió poco tiempo, pues habiéndose verificado el estreno de su ópera Idomeneo, compuesta por encargo del príncipe electo de Baviera, le aposentó en su palacio y le hizo comer en compañía de sus criados. Mozart no era vanidoso, todo lo contrario; los aplausos que desde la infancia se le venían tributando y el camino de triunfos que sin tropiezo alguno recorría, no le habían engreído; pero aquella humillación era superior a toda modestia y, herido el gran músico en su dignidad de artista renunció al poco tiempo a su cargo de organista, quedando, por tanto, privado de todo recurso y viéndose obligado para ganar el sustento, a dar lecciones particulares.
Afortunadamente vino a sacarlo de tan angustiosa situación el emperador José II, que le encargó una ópera para el teatro de la corte. Mozart compuso la titulada El rapto del Serrallo, que causó profunda sensación y fue calificada de obra maestra por los críticos. El emperador dio por ella a Mozart 50 ducados y le nombró compositor de la Real Cámara.
En 1782, el mismo año del estreno del Rapto y vigesimosexto de su nacimiento, contrajo nupcias con Constanza Weber, y como sólo contaba con la mezquina imperial y con el escaso producto de sus obras y lecciones, discurrió viajar en verano para dar con ciertos, siendo éste el origen de sus mejores sonatas y de sus más grandes y admirables composiciones para piano.
En 1786 se representó su nueva ópera El empresario o Las bodas de Fígaro, que fue acogida en todo el imperio con delirante entusiasmo, y al siguiente año consolidó este triunfo con su ópera maestra: Don Juan, que, se estrenó en Praga y con la que obtuvo un éxito inmenso.
Después de estos triunfos, regresó Mozart a Viena y se consagró a la composición instrumental y vocal. Tuvo que suspender sus tareas, porque la muerte de su padre le produjo un dolor profundo y una afección nerviosa que vino a complicarse con la enfermedad del pecho. En este estado de ánimo compuso las famosas óperas La flauta encantada y Clemencia de Tito.
Un día en que Mozart estaba trabajando en La flauta encantada se le presentó un desconocido que quería guardar el más riguroso incógnito y le entregó una carta en la que se le pedía que compusiera un réquiem. Desde aquel día le dominó la idea fija y dolorosa de que semejante proposición era un anuncio de su próxima muerte; que el réquiem que le habían pedido era para sus propios funerales.
A pesar de los consejos del médico y de las súplicas de su esposa, Mozart no descansaba, y una noche que se levantó para escribir la música del Dies irae y hacer algunas correcciones, se agravaron sus dolencias y el 5 de diciembre de 1791, a los 35 años de edad, dejó de existir uno de los más grandes y prolíficos compositores no sólo de Alemania sino también del mundo entero.
Manifestó gran afición al estudio de las ciencias exactas, pero en seguida volvió a cultivar la música. Resolvió el padre viajar con ellos para que perfeccionaran su educación musical, poniéndolos en contacto con los grandes maestros del arte, para lo cual, los llevó primero a Munich y después a Viena.
Volvieron a Salzburgo, donde pasaron un año entregados al estudio, y realizaron después una excursión a las principales ciudades alemanas, a Holanda, Bélgica y Francia, dando conciertos en los que era muy aplaudido. En París publicó el portentoso niño, que sólo contaba con siete años, algunas de sus sonatas.
En Londres, adonde fueron dos años después, obtuvieron los músicos viajeros triunfos no menos señalados, encontrándose en La Haya, una fiebre maligna que puso en peligro la vida de Wolfgang y de Mariana (su hermana); pero, por fortuna para el arte, sanaron pronto y por París, Lion, Suiza y Munich volvieron a Salzburgo, donde bajo la dirección de su padre procuraron con ardor aprovecharse de los beneficios de sus viajes.
Después de otra visita a Viena, de donde salió apresuradamente la familia Mozart por haberse declarado la viruela en aquella capital, llegó a Olmutz (Moravia) con su padre y su hermana, y allí tuvieron que permanecer porque Mariana fue víctima de la citada enfermedad.
De regreso a Viena, el músico prodigioso que sólo contaba con 12 años de edad, cediendo a las instancias del emperador José II compuso la partitura de una ópera titulada La cinta simplise. Desencadenadas contra él las envidias de los artistas, éstos formaron una conjura para aplazar el estreno de la obra hasta que los recursos de la familia Mozart estuvieran agotados. El muchacho entonces se desquitó componiendo una misa solemne que escuchó la corte y produjo indescriptible entusiasmo entre ella.
Volvió luego a Salzburgo para dedicarse al estudio de la lengua italiana, y más tarde recorrió triunfalmente Verona, Mantua, Milán, Florencia, Roma y Ñapóles, haciendo en todas partes verdaderos portentos de composición.
En 1771 se representaba en Milán la ópera Mitrídates, que fue extraordinariamente aplaudida. Mozart permaneció en Italia cuatro años; durante ese tiempo compuso además la cantata dramática Ascanio in Alba y las óperas serias La Fiata Gardiniera e II Re Pastore.
Regresó luego a su pueblo natal. A los 19 años de edad ya había compuesto una ópera alemana, tres italianas, dos misas solemnes, un oratorio, dos ofertorios, un estabat, una pasión, dos cantatas con orquesta, veinticuatro sonatas para piano, trece sinfonías, tríos, cuartetos, marchas, fugas, solos de violín, violoncelo, flauta y conciertos para diversos instrumentos.
Tres años vivió en Salzburgo esperando que se le concediera la plaza de maestro de capilla del príncipe y, desengañado al fin, se trasladó a Munich; de allí pasó a París, mas así vivió poco tiempo, pues habiéndose verificado el estreno de su ópera Idomeneo, compuesta por encargo del príncipe electo de Baviera, le aposentó en su palacio y le hizo comer en compañía de sus criados. Mozart no era vanidoso, todo lo contrario; los aplausos que desde la infancia se le venían tributando y el camino de triunfos que sin tropiezo alguno recorría, no le habían engreído; pero aquella humillación era superior a toda modestia y, herido el gran músico en su dignidad de artista renunció al poco tiempo a su cargo de organista, quedando, por tanto, privado de todo recurso y viéndose obligado para ganar el sustento, a dar lecciones particulares.
Afortunadamente vino a sacarlo de tan angustiosa situación el emperador José II, que le encargó una ópera para el teatro de la corte. Mozart compuso la titulada El rapto del Serrallo, que causó profunda sensación y fue calificada de obra maestra por los críticos. El emperador dio por ella a Mozart 50 ducados y le nombró compositor de la Real Cámara.
En 1782, el mismo año del estreno del Rapto y vigesimosexto de su nacimiento, contrajo nupcias con Constanza Weber, y como sólo contaba con la mezquina imperial y con el escaso producto de sus obras y lecciones, discurrió viajar en verano para dar con ciertos, siendo éste el origen de sus mejores sonatas y de sus más grandes y admirables composiciones para piano.
En 1786 se representó su nueva ópera El empresario o Las bodas de Fígaro, que fue acogida en todo el imperio con delirante entusiasmo, y al siguiente año consolidó este triunfo con su ópera maestra: Don Juan, que, se estrenó en Praga y con la que obtuvo un éxito inmenso.
Después de estos triunfos, regresó Mozart a Viena y se consagró a la composición instrumental y vocal. Tuvo que suspender sus tareas, porque la muerte de su padre le produjo un dolor profundo y una afección nerviosa que vino a complicarse con la enfermedad del pecho. En este estado de ánimo compuso las famosas óperas La flauta encantada y Clemencia de Tito.
Un día en que Mozart estaba trabajando en La flauta encantada se le presentó un desconocido que quería guardar el más riguroso incógnito y le entregó una carta en la que se le pedía que compusiera un réquiem. Desde aquel día le dominó la idea fija y dolorosa de que semejante proposición era un anuncio de su próxima muerte; que el réquiem que le habían pedido era para sus propios funerales.
A pesar de los consejos del médico y de las súplicas de su esposa, Mozart no descansaba, y una noche que se levantó para escribir la música del Dies irae y hacer algunas correcciones, se agravaron sus dolencias y el 5 de diciembre de 1791, a los 35 años de edad, dejó de existir uno de los más grandes y prolíficos compositores no sólo de Alemania sino también del mundo entero.
domingo, 12 de julio de 2015
Biografia de Felix Lope de Vega
El 25 de noviembre de 1562 y en el número 82 de la calle Mayor, que entonces se llamaba Puerta de Guadalajara, en Madrid, nace Félix Lope de Vega Carpió, uno de los más grandes y célebres poetas españoles, apellidado con justicia el "Fénix de los ingenios".
A los cinco años Lope de Vega leía en romance y en latín. En el colegio imperial de la compañía de Jesús estudió gramática y retórica, durante dos años; tomó también lecciones de matemáticas. No tenía ni once años cuando escribió una comedia. A los doce años poseía todas las artes del galán: danzar, cantar y manejar la espada. Habiendo perdido a su padre cuando presumía de mozo, Lope deseoso de correr mundo, se puso de acuerdo con su amigo Hernando Muñoz, y juntos marcharon a pie y escasos de dinero a recorrer varias provincias de España.
Llegaron a Segovia. En aquella ocasión propusieron a un platero el cambio de unos doblones y la venta de una cadena de oro. El platero en cambio los denunció, y los dos muchachos, Lope de Vega a sus 14 años (la misma que su amigo), cayeron en manos de la justicia, la cual los devolvió a Madrid bajo los auspicios de un prelado. Lope entró a la Universidad de Alcalá Henares, donde cursó cuatro años de filosofía hasta graduarse de bachiller. Terminando sus estudios el ya notable poeta volvió a Madrid a los 20 años de edad para servir de secretario al duque de Alba; disfrutó con éste de gran favor y privacidad, y por complacerle compuso la Arcadia, enigma misterioso y poema admirable en el que, bajo las humildes apariciones de pastores, el poeta pone en escena los más elevados personajes de su tiempo.
Dos años más tarde, en 1584, contrajo matrimonio con doña Isabel de Ampuero Urbina y Cortinas, hija de un rey de armas de Su Majestad y de una parienta de la madre de Cervantes, pero la paz de este matrimonio fue muy corta, tanto por la infidelidad del gran poeta, como por su carácter pendenciero.
No escarmentado ni arrepentido, Lope continuó con su vida pecaminosa, pero la muerte prematura de su esposa, ocurrida en 1588 y la de su hija Teodora, antes de que cumpliera un año de edad, cambiaron los rumbos del poeta, que buscó en la guerra un consuelo a su dolor. Felipe II, siguiendo los consejos de don Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, se disponía a enviar contra Inglaterra la armada La Invencible, como medio para dominar la rebelión de los Países Bajos. Lope de Vega se alistó en aquella escuadra, que se componía de 130 naves con 2,431 piezas de artillería y 30 mil hombres y embarcó en Lisboa.
El desastre de la armada La Invencible, que debido a la mala dirección, a los vientos y a los malos combates, fue dispersada y deshecha, obligó a Lope de Vega a renunciar a la gloria militar, no sin antes haber visto morir en sus brazos a su hermano.
De nuevo en Madrid, admitido como secretario del joven marqués de Sarria, después conde de Lemos, concurrió con éste a Valencia, con ocasión de las fiestas de la doble boda de don Felipe III con Margarita de Austria y de la infanta Isabel Clara Eugenia con el archiduque Alberto; fiestas cuya relación poética escribió y publicó Lope en 1599.
Sin renunciar a sus amoríos, hacia 1603 contrajo segundas nupcias con doña Juana de Guardia, que le aportó una buena dote y le dio dos hijos, Carlos, quien murió a los 16 años de edad y Feliciana Félix, que se casó ventajosamente siendo muy joven.
Ni su esposa, que falleció al cabo de ocho años de matrimonio; ni sus amores Ilícitos con doña María de Lujan, que también le dio dos hijos naturales; ni las ocultas relaciones que sostenía en vida aún de su esposa y de su amante, con la actriz Gerónima de Burgos; nada en fin: ni pasiones, ni glorias, ni contrariedades distrajeron al gran Lope de Vega de sus estudios y trabajos, y con pasmosa fecundidad iba produciendo obras admirables. Algunas de sus comedias fueron compuestas y representadas en 24 horas. En ningún género se acreditó tanto como en el dramático; a los 72 años tenía ya repartidas por los teatros del reino 1,071 obras.
En el espacio de 24 horas (mitad en un día y mitad en otro) componía un drama de 2,400 versos, esfuerzo que repitió más de 100 veces. El conjunto de sus obras formó unos 2 mil dramas y autos, que componen 133 mil páginas, con 21 millones de versos.
El 28 de diciembre de 1611 sufrió una emboscada en Madrid pero salió ileso. Este suceso determinó que en 1614 tomara el estado eclesiástico, recibiendo la sagrada orden del presbiterado, el título de doctor en teología que le otorgó el papa Urbano VIII.
La vida religiosa de Lope de Vega fue muy ejemplar; mandó construir en su casa un oratorio en el que decía la misa, y no podía celebrar el Santo Sacrificio sin derramar copiosas lágrimas; visitaba los hospitales y socorría a los pobres. A pesar de su estado y de su cercanía con el Santo Oficio, continuó con sus amoríos.
El 24 de agosto de 1635, asistiendo, ya enfermo, a unas conclusiones en el seminario de los escoceses, fue acometido de un desmayo. Conducido al cuarto de su amigo, el doctor Sebastián Francisco de Medrano y luego a su casa, falleció tres días después. Sus funerales fueron magníficos; en ellos tomó parte todo Madrid y el cadáver del gran poeta quedó depositado en la cripta de la iglesia de San Sebastián.
A los cinco años Lope de Vega leía en romance y en latín. En el colegio imperial de la compañía de Jesús estudió gramática y retórica, durante dos años; tomó también lecciones de matemáticas. No tenía ni once años cuando escribió una comedia. A los doce años poseía todas las artes del galán: danzar, cantar y manejar la espada. Habiendo perdido a su padre cuando presumía de mozo, Lope deseoso de correr mundo, se puso de acuerdo con su amigo Hernando Muñoz, y juntos marcharon a pie y escasos de dinero a recorrer varias provincias de España.
Llegaron a Segovia. En aquella ocasión propusieron a un platero el cambio de unos doblones y la venta de una cadena de oro. El platero en cambio los denunció, y los dos muchachos, Lope de Vega a sus 14 años (la misma que su amigo), cayeron en manos de la justicia, la cual los devolvió a Madrid bajo los auspicios de un prelado. Lope entró a la Universidad de Alcalá Henares, donde cursó cuatro años de filosofía hasta graduarse de bachiller. Terminando sus estudios el ya notable poeta volvió a Madrid a los 20 años de edad para servir de secretario al duque de Alba; disfrutó con éste de gran favor y privacidad, y por complacerle compuso la Arcadia, enigma misterioso y poema admirable en el que, bajo las humildes apariciones de pastores, el poeta pone en escena los más elevados personajes de su tiempo.
Dos años más tarde, en 1584, contrajo matrimonio con doña Isabel de Ampuero Urbina y Cortinas, hija de un rey de armas de Su Majestad y de una parienta de la madre de Cervantes, pero la paz de este matrimonio fue muy corta, tanto por la infidelidad del gran poeta, como por su carácter pendenciero.
No escarmentado ni arrepentido, Lope continuó con su vida pecaminosa, pero la muerte prematura de su esposa, ocurrida en 1588 y la de su hija Teodora, antes de que cumpliera un año de edad, cambiaron los rumbos del poeta, que buscó en la guerra un consuelo a su dolor. Felipe II, siguiendo los consejos de don Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, se disponía a enviar contra Inglaterra la armada La Invencible, como medio para dominar la rebelión de los Países Bajos. Lope de Vega se alistó en aquella escuadra, que se componía de 130 naves con 2,431 piezas de artillería y 30 mil hombres y embarcó en Lisboa.
El desastre de la armada La Invencible, que debido a la mala dirección, a los vientos y a los malos combates, fue dispersada y deshecha, obligó a Lope de Vega a renunciar a la gloria militar, no sin antes haber visto morir en sus brazos a su hermano.
De nuevo en Madrid, admitido como secretario del joven marqués de Sarria, después conde de Lemos, concurrió con éste a Valencia, con ocasión de las fiestas de la doble boda de don Felipe III con Margarita de Austria y de la infanta Isabel Clara Eugenia con el archiduque Alberto; fiestas cuya relación poética escribió y publicó Lope en 1599.
Sin renunciar a sus amoríos, hacia 1603 contrajo segundas nupcias con doña Juana de Guardia, que le aportó una buena dote y le dio dos hijos, Carlos, quien murió a los 16 años de edad y Feliciana Félix, que se casó ventajosamente siendo muy joven.
Ni su esposa, que falleció al cabo de ocho años de matrimonio; ni sus amores Ilícitos con doña María de Lujan, que también le dio dos hijos naturales; ni las ocultas relaciones que sostenía en vida aún de su esposa y de su amante, con la actriz Gerónima de Burgos; nada en fin: ni pasiones, ni glorias, ni contrariedades distrajeron al gran Lope de Vega de sus estudios y trabajos, y con pasmosa fecundidad iba produciendo obras admirables. Algunas de sus comedias fueron compuestas y representadas en 24 horas. En ningún género se acreditó tanto como en el dramático; a los 72 años tenía ya repartidas por los teatros del reino 1,071 obras.
En el espacio de 24 horas (mitad en un día y mitad en otro) componía un drama de 2,400 versos, esfuerzo que repitió más de 100 veces. El conjunto de sus obras formó unos 2 mil dramas y autos, que componen 133 mil páginas, con 21 millones de versos.
El 28 de diciembre de 1611 sufrió una emboscada en Madrid pero salió ileso. Este suceso determinó que en 1614 tomara el estado eclesiástico, recibiendo la sagrada orden del presbiterado, el título de doctor en teología que le otorgó el papa Urbano VIII.
La vida religiosa de Lope de Vega fue muy ejemplar; mandó construir en su casa un oratorio en el que decía la misa, y no podía celebrar el Santo Sacrificio sin derramar copiosas lágrimas; visitaba los hospitales y socorría a los pobres. A pesar de su estado y de su cercanía con el Santo Oficio, continuó con sus amoríos.
El 24 de agosto de 1635, asistiendo, ya enfermo, a unas conclusiones en el seminario de los escoceses, fue acometido de un desmayo. Conducido al cuarto de su amigo, el doctor Sebastián Francisco de Medrano y luego a su casa, falleció tres días después. Sus funerales fueron magníficos; en ellos tomó parte todo Madrid y el cadáver del gran poeta quedó depositado en la cripta de la iglesia de San Sebastián.
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